Nutrientes
que te rejuvenecen y te llenan de energía
Los
nutrientes son imprescindibles para nosotros, pero existen algunos
que realizan una función esencial en la lucha contra el
envejecimiento de nuestras celulas y en la producción de energía.
Una
buena dieta alimenticia debe aportar las vitaminas y coenzimas
esenciales para garantizar que las mitocondrias generen la energía
necesaria para el funcionamiento del organismo y que lo hagan sin
sufrir un grave deterioro.
Además
de resultar importantes para las mitocondrias, estos nutrientes
participan en otros muchos procesos fisiológicos esenciales para
disfrutar de salud y bienestar.
Los
nutrientes de la juventud y la vitalidad
En
el cuerpo humano hay más de 200.000 billones de mitocondrias que se
reproducen y “mueren” sin cesar. A través del control de la
ingesta de alimentos podemos favorecer que las mitocondrias en mal
estado se eliminen y que las mitocondrias sanas se renueven mediante
el ayuno o una dieta temporal de restricción calórica.
Si
la dieta habitual te proporciona los nutrientes que necesitan las
mitocondrias, estas se multiplicarán con facilidad y, sobre todo, se
mantendrán sanas, de manera que producirán energía con eficiencia.
Además se reduce el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con
el mal estado mitocondrial y se ralentiza el envejecimiento.
Ácido
ascórbico (Vitamina C)
La
Vitamina C es un nutriente esencial, crucial para defenderse de
bacterias y virus y para mantener mucosas y otros tejidos en buen
estado, es uno de los principales escudos frente a los radicales
libres generados por el metabolismo mitocondrial. Además protege el
endotelio vascular cerebral -previene infatos crebrales- y es
necesaria para producir neurotransmisores.
Donde
se encuentra: naranja, kiwi, pimiento rojo, kumquat, perejil,
grosella, kale, papaya y fresa. Tomando de 2 a 4 raciones diarias de
fruta se garantiza el aporte mínimo.
Vitamina
B1 (Tiamina)
Ha
atraído la atención de los investigadores porque es un cofactor
esencial en la regulación de la actividad de varias enzimas
mitocondriales y, por tanto, mejora su funcionamiento y su eficiencia
en la producción de energía. Por otra parte, se la conoce como la
“vitamina del carácter” por sus efectos sobre la salud mental
-posee propiedades antidepresivas- y el aprendizaje.
Dónde
se encuentra: en alubias, lentejas, macadamias y frutos secos
en general, espárragos, guisantes verdes, espinacas y soja y sus
alimentos derivados.
Vitamina
B2 (Riboflavina)
También
conocida como riboflavina, es una precursora de cofactores esenciales
en la producción de energia. Por otra parte, se está estudiando su
utilidad terapéutica en el tratamiendo del dolor de cabeza y de la
enfermedad del Parkinson, también por su participación en procesos
protagonizados por las mitocondrias.
Además
fortalece los músculos, reduce la fatiga, favorece la tolerancias al
ejercicio, el desarrollo psicomotor y el rendimiento intelectual.
Dónde
se encuentra: en espinacas y otras verduras de hoja verde,
almendras, tomates desecados, quinoa, lentejas, champiñones,
semillas de sésamo, alubias y aguacates.
Vitamina
B9 (ácido fólico)
Se
ha podido observar que una deficiencia de esta vitamina provoca una
reducción en la generación de energía por parte de las
mitocondrias. Tambié afecta a la síntesis correcta de ADN en las
nuevas células.
Por
otra parte, es una vitamina esencial para el correcto desarrollo del
sistema nervioso durante la etapa fetal y los primeros años de vida.
Dónde
se encuentra: canónigos, lechugas, alubias, espinacas,
remolacha, coles de Bruselas, brócoli, aguacates, nueces y otros
frutos secos.
Vitamina
B3 (Niacina)
La
doctora Anu Suomalainen Wartiovaara, de la Universidad de Helsinki
(Finlandia), propone la utilización de suplementos de niacina para
tratar enfermedades mitrocondriales que afectan a los músculos.
Además,
este nutriente protege frente a los efectos tóxicos del mercurio,
produce un efecto calmante y ha probado su capacidad para retrasar el
envejecimiento en estudios con animales.
Dónde
se encuentra: guisantes verdes, cacahuetes, alubias, soja,
aguacates, arroz y trigo integrales, champiñones, patatas.
Vitamina
B5 (Ácido Pantoténico)
Su
deficiencia afecta a los procesos de producción de energía a partir
de los ácidos grasos. Además previene el insomnio, la pérdida de
memoria y la depresión.
Dónde
se encuentra: semillas de girasol, nueces, aguacate,
portobellos, lentejas, maíz, guisantes, setas, coliflor.
Coenzima
Q10 (Ubiquinona)
La
coenzima Q10 un importante transportador de electrones en la cadena
respiratoria de la célula. Su deficiencia perjudica la producción
de energía en las mitocondrias.
Además
protege el corazón y es beneficiosa en enfermedades como la
epilepsia mioclónica, migraña, fatiga crónica, cáncer, parkinson,
fibromialgia o depresión. El cuerpo produce la coenzima Q10, pero
esta capacidad se reduce con los años.
Dónde
se encuentra: vegetales de hoja verde como espinacas, brócoli
y coliflor, cacahuetes, semillas de girasol, soja.
L-Arginina
Este
aminoácido se ha probado eficaz para reducir las crisis de dolor en
determinadas patologías musculares de origen mitocondrial. Por otra
parte, mejora la circulación sanguínea en el cerebro.
Dónde
se encuentra: semillas de calabaza y de sésamo, productos de
soja, cacahuetes, garbanzos, lentejas, espinacas, espirulina.
Polisacáridos
Según
el doctor Zebo Huang, de la Universidad Farmacéutica de Guangdong,
los polisacáridos contrarrestan los efectos negativos de los
radicales libres sobre el funcionamiento mitocondrial.
Además
colaboran con el sistema inmunitario y la acumulación patológica de
proteínas, como ocurre en enfermedades degenerativas neurológicas
como el alzhéimer.
Dónde
se encuentran: los polisacáridos se encuentran en muchos
vegetales y setas. Se han demostrado especialmente beneficiosos los
de las setas reishi y velo de novia, los polisacáridos de Aneglica
sinensis (planta importante de fitoterapia china, también conocida
como dong quai).